Llegó una época con unos 18 años donde empecé a sentir ansiedades. Poco a poco invadían todos los aspectos de mi vida, sentía que me desmayaba en el metro y en las colas de todo tipo, incluso ya con sólo salir a la calle. Por obligación laboral me sobrepuse a las mas vitales, pero siempre estaban allí y no me permitían tener una vida normal. Estaba muy condicionado, no iba a tales lugares porque había que coger el metro, no iba a tal teatro porque me agobiaba. Con Nancy aprendí a quererme más a mi mismo. Aprendí a conocerme y la importancia de la autoestima. Ahora la meditación y relajación forman parte de mi. (més…)

Cuando llegué a la terapia con Nancy me sentía en una encrucijada, por un lado mi mente como parte racional y por otro lado mi corazón como parte irracional. Mi mente basándose en los patrones heredados y aprendidos me bloqueaba frente a cualquier cambio, se presentaba en forma de prejuicios y miedo. Miedo a romper esas creencias que llevaba grabadas dentro de mí tanto tiempo, miedo al que pasaría después, y, por si fuera poco, mi mente tampoco dejaba de cuestionarme y, lo peor de todo, de castigarme. Sin embargo, mi corazón quería salirse con la suya y algo dentro de mí me empujaba a saltar al vacío, a romper todo lo que fuera necesario para conseguir el ansiado premio: SER FELIZ. (més…)

Durante toda mi vida he tenido problemas para aceptarme a mí mismo, saboteándome constantemente. En mi adolescencia tuve problemas para relacionarme con los demás y hubo un tiempo en que no salía de casa.

Durante un tiempo conseguí salir de todo eso y empezar a vivir. Pero en 2011, la muerte de un familiar provocó que todos estos problemas aparecieran de nuevo. Fue entonces cuando por casualidad conocí a Nancy.

Me propuso hacer una terapia de hipnosis. En un principio pensé que me costaría mucho entrar, que no me relajaría lo suficiente, pero después de unas sesiones de introducción y un poco de práctica por mi cuenta empecé a dejarme llevar.  (més…)

Hace algunos años que estoy haciendo psicoterapia con Nancy, tengo 55 años, casado y tapicero de profesión. He pasado por varios psicólogos en varias etapas de mi vida  , y ahora he encontrado una ayuda casi milagrosa en la terapia con Nancy.

Entre muchos temas tratados en las sesiones, el que más me costó ha sido tratar la relación con mis padres. Como todo ser humano, por sobreprotección o por falta de cariño , algo nos queda pendiente con nuestros padres. Mi trabajo, lo pospuse muchas veces, pero finalmente llegó el día que dio sus frutos .

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